terça-feira, 9 de abril de 2013




La mayoría de las veces que lo contacté en mis trances, el Padrino no estaba solo. Lo acompañaba siempre una dama de resplandeciente hermosura, aunque vestida de una manera muy sencilla. Cuando se dirigía a Ella, Sebastián Mota parecía un rey antiguo, el más caballeroso rey caballero, dirigiéndose a la emperatriz más alta. Era la Reina de la Floresta, su Ánima Arquetípica, su Luna, la Señora del Agua. Su Virgen, su Madre Divina.
Grande, extraordinaria mujer debió ser la Madrina Rita, para que su amor y su ecuanimidad inspiraran en Sebastián Mota tal adoración por el aspecto femenino de la Divinidad, el cual podía espejearse en el alma pura que asomaba a los ojos de su compañera. Siempre hay una altísima mujer tras un gran hombre, como madre o como amante o como musa... Benditas sean todas las mujeres que saben hacerse sacerdotisas de la Vida sosteniendo con firmeza Su arquetipo en la materia, para que el hogar sea un templo donde cada miembro de la familia pueda religarse con lo más elevado de sí a través de la liturgia de la perfección y el amor de la sencilla armonía cotidiana consciente, y a través de las bodas alquímicas con la parte pura de nuestro corazón, que generalmente acabamos descubriendo reflejada en lo más espiritual de nuestra pareja complementaria de carne y hueso.
Hay períodos predominantemente femeninos o masculinos en la Historia: Durante los femeninos se gestan las ideas y sentimientos matrices de un mundo nuevo, en la complementaria oposición pacífica al antiguo y en la penumbra, delicada y calladamente, como en un semillero en el que se van regando amorosamente las muditas.
Durante los períodos masculinos, los paradigmas que mejor se han desarrollado se realizan y materializan sobre la tierra tras haberla roturado, tras plantarlos, abonar, arrancar con mano de hierro las malas hierbas y cosecharlos; todo ello bajo el ardiente sol, testigo de una competencia durísima entre las jóvenes mudas o modelos más poderosos de desarrollo humano, hasta que uno de ellos consigue adueñarse de la mayoría del campo, sentar su hegemonía y su estilo... y después de dar fruto, agostar, y decaer, y corromperse, para que otro ciclo de desarrollo algo más cercano a la idea de la perfección del Plan Cósmico en ese momento, pueda manifestarse en su lugar.
Este otro ciclo, mientras tanto, estuvo gestándose a la sombra, en la matriz de la Immaculada Concepción de las Ideas del Ser Tierra, nuestro Yo Planetario, que siempre está empeñado, como cualquier ser divino, en la tarea en mejorar sus creaciones... Estamos iniciando, con el final del Segundo Milenio, un período predominantemente femenino, cuyo papel principal consistirá en equilibrar el exceso de intelecto al que hemos llegado con un despertar del corazón, tanto en los hombres como en las mujeres, las cuales, después de masculinizarse bravamente en Occidente, sacando afuera su guerrero interno para exigir sus derechos, comienzan a descubrir de nuevo la grandeza de su Feminidad y a reasumirla con libre consciencia.
El hijo del nuevo equilibrio entre cabeza y corazón será el desarrollo de la sabiduría intuitiva en las vanguardias de La Humanidad. Aquarius es, realmente, Aquaria en este comienzo.
Uno siempre ESTÁ en el Ser, es inevitable, pero cuando, además, uno ES en el Ser (Ser es algo que requiere la consciencia integral de SER, no se puede SER “inconscientemente” en un Universo Mental), basta con evocar (imaginar, dar forma en el mental), o invocar (llamar por su nombre a alguna Energía Consciente que se cree que ya está definida en los planos sutiles)... a cualquiera de los Seres que integran la consciencia del Ser (que es Nuestro Ser), para darse cuenta de que absolutamente todo “El Todo” reside y ha residido eternamente en nuestra Esencia inmortal, en la que Todos somos Uno.
Esta es la base del poder mágico de manifestación: nuestra convencida llamada consigue que lo que, desde siempre, ha existido en nosotros -todo lo cual se halla contenido en el Subconsciente Colectivo, en el llamado Plan Cósmico de Evolución-, se precipite (se presente ante nuestros sentidos como diferenciado).
Pero la condición para el acto mágico es que nuestro todopoderodo subsconsciente, (que es la Identidad Astral del Ser Humanidad), ha de evidenciar sin duda alguna, ésto es, con la mayor FIRMEZA, que, cuando evocamos o invocamos, sintamos nuestro Poder Divinal con absoluta claridad espontánea y con absoluta segura confianza en Lo Que Realmente Somos... Es decir, con la misma seguridad evidente con la que sentimos normalmente que somos capaces de convertir nuestro pensamiento en palabras habladas o escritas...
Ésto es lo que distingue la expresión segura y firme del adulto, casi automática de tan fluída, de la vacilante del niño, en la que quien escucha poco diferencia si está fantaseando o realizando... por lo que no le hace mucho caso la mayoría de las veces. De la misma manera reacciona el Subconsciente Cósmico ante la mayoría de nuestros infantiles caprichos, rara vez inteligentemente deseados y firmemente mantenidos en el tiempo.
- "Cada cual se merece lo que sueña" - decía el poeta colombiano León Octavio Osorno (amigo y cómplice, creador de la utopía Villamaga [‡‡‡‡], donde seguimos viviendo) ...El Universo siempre nos responde, envuelto en cualquier disfraz con que queramos invocarle, si la llamada parte de lo más auténtico y seguro de nosotros mismos. Las teorías fundamentales de la Física Cuántica actual insisten en que EL OBSERVADOR CREA LA REALIDAD SEGÚN LA OBSERVA, modelándola con las expectativas subconscientes o conscientes que proyecta junto con su observación.

En el mental mágico lleno de seguridad en su YO SOY del Padrino, y en su imaginación embellecida por el amor de su esposa y la misteriosa majestad de la selva en que nació, su Anima, su Dulcinea, su propio Femenino Interno, la parte más pura de su alma, era la Señora de su Inspiración, mensajera intuitiva del Plan Cósmico, como también había sido para su maestro, Irineu Serra, la suya propia desde que se le apareció sobre una canoa, bogando por el río de la miración. Y como ellos, en mi modesto nivel, yo también descubriera en las visiones del Daime a mi Amada Interna, que era el mismo Espíritu Femenino del Yo Soy que Somos, que promueve el amor fundamental de un hombre por La Vida Misma al tiempo que por su pareja complementaria, sea interna o externa, en cuya Esencia reside: Santa María, Amazona Aquaria, le decía yo en mis éxtasis, luego de recibir su Llamada [§§§§]... Y otras veces se me aparecía como la Señora de la Cascada, Venus-Oxúm, la estrella-guía de mis caminos de peregrino, mi musa, mi profesora, Yemanjá, Isis, la Guardiana del Conocimiento, La Señora del Agua, Gal, Alma-Lluc, Regina Maris, la Madre de la Luz, la Reina de los Ángeles y de los Elementales...
La Virgen Madre Tierra, la Naturaleza, la Maga, la Inmaculada Concepción de las ideas y de las imágenes, el rayo de luz que se filtraba hacia mi soledad entre las copas de la jungla, La Señora del Subconsciente Emocional, la Soberana de la Selva Mental. Anima Mundi, Gaia-Flora-Shavastia-Pachamama, el arquetipo de los arquetipos, La Reina informe de las cambiantes formas, la metáfora de las metáforas, la Diosa Madre, mi eterna compañera, confidente, cómplice, consejera, mi alma gemela, mi amor. La Vida.
La Vida es el eterno acto de amor del Ser Consigo Mismo.
La Reina de la Floresta era la supraentidad principal del Pueblo de Juramidán, raro era el himno en que faltase su nombre. Se entendía que la Selva era el Corazón del Mundo, la Puerta del Astral, y que el corazón del Astral era la Señora del Supremo Amor. Explorador y canoero, el Padrino pasó la última mitad de sus años penetrando la Jungla del Subconsciente sobre las aguas del Daime, al igual que se había pasado la primera rumbeando la Amazonia de igarapé en igarapé... Un aventurero nato que, cuando la selva física ya no tuvo secretos para él, cruzó la puerta interdimensional y se fué a navegar por la selva astral, haciendo aliados y construyendo colonias también en ella.
Con él se acabaron los tiempos heróicos, idealistas y románticos del Pueblo de Juramidán y tal vez también de la Amazonia: la última vez que conversé con él en Mapiá, acompañado por mi anfitrión, su compadre, el maestro carpintero Don Manuel, el Padrino se hallaba solo en el rincón apartado donde se construían las canoas por el viejo procedimiento de quemar y vaciar un gran tronco de árbol, y las miraba tristemente, como los caballeros de antaño debieron mirar a sus amados caballos el día en que el mundo comenzó a llenarse de vehículos a motor. Antes de marcharnos, nos pidió nuestra ayuda para dar vuelta a una canoa no acabada de construir, pero que ya habían abandonado... ¡ahora todo se quería comprar fuera! y que se estaba llenando de tierra y residuos vegetales que acabarían por pudrirla.
Meses después, me lo encontré de nuevo en el Ceu Do Mar, Colonia del Santo Daime en Rio de Janeiro:
- Padrino, ¿Cómo va esa vida? - pregunté con cariño, besando su mano para pedir su bendición, segun la vieja costumbre amazónica.
- Poca vida queda ya, poca vida...- me respondió besando la mía; y, en efecto, escasos días más tarde, el 20 de Enero de 1990, mientras todos los guerreros y guerreras del Daime cantábamos celebrando su Santo en todos los templos del Brasil, el Padrino subió al encuentro de su Reina Inspiradora como un caudillo triunfal, a entregar el cetro del reino construído en la jungla, a ofrendar la Esencia del Sueño Realizado y del Arquetipo plenamente manifestado.
El último acto de servicio del Padrino Sebastián Mota fué participar en un himnario en una Iglesia Daimista que se había separado, tratando de tender un puente de reconciliación entre los hermanos que escindían su Nación Espiritual con sus luchas de poder.




Tras una dura adaptación a Mapiá, que una gran parte de los visitantes que llegaron conmigo no fué capaz de resistir -vivir allí suponía participar continuamente en un agotador trabajo de tala y troceamiento de árboles y otras mil operaciones dirigidas por hombres muy rudos-, logré ser más o menos aceptado por el sector del Pueblo de Juramidán que más se relacionaba conmigo. Aquellos ásperos gigantes que extraían todo de la selva, desconfiaban, y a menudo despreciaban, a los señoritingos de la ciudad que llegaban allí cargados de bienes de consumo e ideas organizativas y que, a causa de su nivel “cultural” exteriormente más alto (llamaban cultura a la programación del Sistema), pretendían hacerse los amos, aunque su eficacia en el trabajo solidario no llegaba ni a un cuarto de la talla de la de un pionero amazónico. Hice muy buenos amigos, especialmente entre los auténticos hombres de selva, que eran los que más naturalmente habían entrado en la mística del Daime, ya que sus mentes eran primitivas, pero puras y valerosas, mientras que el personal de las urbes tendía a mezclarlo todo con sus paranoias ciudadanas, entre las cuales, la más marcante era el instinto de competición individualista... el trepar por encima de todo el que se pudiera, vaya.
No eran pocas las personas sensibles que acababan por recibir algún himno de sus guías astrales en el trance del Daime, himno que normalmente indicaba a cada uno aquello que más tenía que trabajar, señalándole al tiempo sus mejores caminos, aunque todos ellos eran muy simples y se parecían bastante (en una primera audición), tanto en la letra como en la música, y lo verdaderamente diferente era el ritmo de la vibración que contenía cada uno, o sea, el deva y sus inspiraciones. Un himno puede arrancar de tu interior un torrente de imágenes-lecciones y, un rato más tarde, las mismas estrofas tal vez desencadenen toda una cascada mental de sentidas intuiciones, con un carácter completamente diferente del predominante en las anteriores.
Es curioso que, aunque los daimistas anglosajones ya han recibido del Astral himnos en inglés, los de habla castellana los reciben, hasta ahora, en portugués, que, por cierto, es otro hijo del latín más musical, suave, maleable y fluyente que el español; tanto así que en la Edad Media, cuando en la corte de León ya todo el mundo empleaba el recio y viril castellano como lengua oficial, la poesía lírica y trovadoresca continuó haciéndose, durante un siglo, en galaico-portugués, que se consideraba ideal para ser declamado o cantado. Algunos daimistas hispanos hemos hecho la experiencia de traducir himnos al castellano para cantarlos con nuestros amigos, facilitándoles su comprensión, mas, indefectiblemente, ellos mismos acaban por pedirnos que los cantemos juntos en portugués, al que a cualquier español se adapta rápidamente, encontrando gusto y gracia en entonar en esa lengua hermana, tan dulce y femenina.
Yo no recibí ningún himno, sino un poema. Lo transcribo aquí en castellano y también en el galaico-portuñol sintético con el que yo pensaba en el Brasil, tal como me llegó, con todo su sabor original, aunque ni a los académicos gallegos ni a los portugueses les parecería correctamente escrito; pero es fácil comprender lo poco que a mí me importaban las academias en medio del universo natural de la Amazonia, practicamente sentido como otro tiempo o dimensión, otro espacio sideral, el revés del planeta, el otro lado del espejo... Este poema, en fin, da una buena idea de la exhaltación emocional con que yo vivía el ambiente místico-mágico de Mapiá.
             ORIGINAL:                                                TRADUCCION MUY LIBRE:

             EU NAO QUERO TER VONTADE,      YA NO QUIERO MAS DESEAR,
             miña vontade é de Deus,                        mis deseos son de Dios
             eu nao quero liberdade                           ya no tengo voluntad,
             fora dos desexos seus.                           sino la que El me dá.

             Os desexos da Raiña                              Los deseos de Mi Reina
             son os soños do meu ser,                       son los sueños de mi ser,
             toda a liberdade miña                             que todas mis libertades
             se ennoblece en a server                        se honran de obedecer.

             Eu nao quero liberdade,                         Ya no quiero libertades,
             eu nao quero mais escollas,                   no quiero más elegir,
             todo meu prazer agora                            todo mi placer ahora
             é deixar a ela fazer.                                 es dejarla dirigir.

             Conducido pela Virxem                          Conducido por la Virgen
             eu nao sinto mais fraqueza;                    ya no siento más flaqueza;
             Ela me tornou completo,                         Ella me tornó completo,
             Ela me virou firmeza.                               Ella me volvió firmeza.

             Dándome a beber o Daime                   Dándome a beber el Daime
             disolveu miñas correntes;                       disolvió mis ataduras;
             Os anxos fizeron festa                             Los ángeles hicieron fiesta
             xunto as selvaxens nascentes.               en las fuentes de aguas puras.

             Con um machete na destra,                   Con un machete en la diestra,
             ante os caboclos do Astral,                    ante los silfos astrales,
             nomeóume defensor                               me nombró su defensor
             do seu Reino da Floresta.                      y de su Reino en la Floresta.

             Seu abrazo vexetal                                  Con su abrazo vegetal
             acendeu meu ollo interno                        encendió mi ojo interno,
             para explicarme o pasado,                     para explicarme el pasado,
             miña busca, meu inferno.                        mis búsquedas y mi infierno.

             Cada um dos meus amores                   Cada uno de mis amores
             foi reflexo da Señora,                              fué un reflejo de su imagen,
             espello, ilusión, chamada,                      espejo, ilusión, llamada,
             saudade da Deusa Amada.                   nostalgia de la Diosa Amada.

             Ela é a mais pura emoción,                    Ella es la más pura emoción,
             Ela é todas as damas,                            Ella es todas las damas,
             a Voz do meu corazón,                           la Voz de mi corazón,
             miña Eterna Enamorada.                        y mi Eterna Enamorada.

             Ela é Meu Ser Real,                                Ella es Mi Ser Real,
             o misterio do Uno-Verso,                        el misterio del Uno-Verso,
             sem mais veus, sem mais saudade,    sin más velos, sin soledad,
             o Cosmos feito Unidade.                        el Cosmos hecho Unidad.

             Miña Mae, Irmá, Ideal,                             Mi Madre, Hermana, Ideal,
             miña encontrada metade,                       mi reencontrada mitad,
             todas as belezas xuntas,                         todas las bellezas juntas,
             a mais Alta Maxestade.                          La más Alta Majestad.

             Sol, Lúa, Estrela, Galaxia,                      Sol, Luna, Estrella, Galaxia,
             miña lámpada interior,                            lámpara de mi interior,
             o fogo que me consome,                        el fuego que me consume,
             a Orixe Pura do Amor.                            Puro Origen del Amor.

Mapiá, Sept. 1989

Es muy difícil decir si este poema fue o no un regalo de fuerzas ajenas y superiores del Astral o de mi propia inspiración subconsciente; yo estoy convencido de que las palabras "propio" o "ajeno", "superior" o "inferior", sólo sirven para entendernos superficialmente en el mundo de la ilusión dual de la Dimensión Física y del Astral Inferior, pero que de ahí para arriba, es decir, de la consciencia velada a la consciencia clara, la separatividad individual no existe más y todo es naturalmente Uno y la misma cosa.
A mí no me parecía que aquella manera de recibir visiones, himnos y revelaciones, que la gente más sensible tenía durante el trance de Daime, fuese muy diferente de la percepción estética intuitiva y de la comprensión inmediata, aunque no lógica, del sentido esencial de las imágenes subconscientes que los artistas estamos acostumbrados a ver aflorar de nuestro interior con el nombre de inspiraciones creativas. Un verdadero artista es siempre original, es decir, conectado con su Origen con su raíz, con su genio, con el archivo genético de su Inconsciente Cultural... y un buen canal de intercambio vibracional -en Brasil se diría un "medium"- entre su consciente masculino externo y su arquetipo subsconsciente de la Musa, es decir, su femenino interno inspirador (sólo es una cuestión de ajuste de términos si el artista es una mujer).
Más genial será el artista cuanto mejor conectado con la Memoria Genética de su raza y más sintetizado con su Musa; más original, cuanto más identificado se sienta con su Origen (y cuanto más fluidamente incorpore, o manifieste, o exprese, sus arquetipos especificamente innatos u originarios, sus "Orixás", lo cual marca el estilo personal profundo de cada maestro. Así era como el Padrino manifestaba a San Sebastián-Oxossi-San Juan Bautista). Un "Artista Divino" es un Maestro que se autorealizó haciéndose uno con lo más auténtico, real, cósmico y divinal de sí mismo a través de la Vía del Arte.
Conectar con el Genio Interno tiene, como todo, varios niveles. En cada uno de ellos, El Genio se muestra bajo un aspecto o disfraz, o personaje diferente:
En el primer nivel, físico, se muestra como el reto que se le plantea al artista, al constructor de sí mismo, al guerrero, al mago, de crear con sus manos una nueva armonía del tipo que sea, sobre el plano en que vive en un cuerpo, vivificándola y corporizándola; y dotarla, al tiempo, de un espíritu original, a partir de unos cuantos elementos materiales, cuanto más oscuros y humildes mejor, para tratar de complacer a Su Ser con una nueva obra excelsa salida de sus manos. Un buen reto ha de ser un reto genial.
En el segundo, emocional, uno se enfrenta a la obra en proceso de muy íntima manera, estableciéndose una clara dualidad obra-ejecutante en la que el sentimiento impera; es la parte de la confección de la obra en la que hay una búsqueda, un ansia, una duda, y un impulso penetrante que tiene mucho de sensual. La energía fluye, directamente, desde el centro del sexo, sutilmente excitado y concentrado, hasta el centro de la frente, tras la cual se halla el Centro Piloto que coordina, y hasta la mano, que sigue con ritmo las compulsiones del sentimiento... Una obra genial contiene una profunda búsqueda y una enorme tensión emocional.
En el tercero, intelectual, pero intelectual sutil, el Genio se manifiesta cuando, en medio del mayor problema técnico y psíquico, justo en el momento en que el pintor no es capaz de ver todavía una solución armónica para el conjunto del cuadro y todo parece deslabazado... surge una chispa dentro, un relámpago de comprensión ilumina el caos, y el ejecutante "ve" el cuadro. Ese es el momento en que se manifiesta La Musa Amada. Todos los revueltos y enfrentados sentimientos de la búsqueda anterior se ordenan bajo un sólo punto de vista armónico y lleno de significación. Ella, tu complemento interno, la Mitad Oculta de lo que eres, te inspira la comprensión del conjunto. Ésto es la aparición súbita del análisis intuitivo que se ha ido procesando por dentro, mientras se enfrentaba uno dualmente a la obra, queriendo analizarla desde fuera. Una obra genial resuelve todos sus enfrentadísimos contrastes de una, con un simple ramalazo intuitivo.
Del cuarto al... digamos séptimo, aunque es sólo un decir, el Genio se manifiesta en sus niveles más complejos y sutiles, casi se podría decir espirituales, si el Espíritu no lo fuera todo... Ahora la obra sólo necesita acabamiento, mas en ese acabamiento, y en saber parar en el punto justo en que el Misterio se revela sin desvelarse, es donde se ve el nivel de maestría del artista. Cuando se llega al sexto nivel, el autor ya no es más un artista tan sólo, sino una mezcla de artista, místico, filósofo y científico... un alquimista, un transmutador. Una obra genial es materia densa transmutada en Espíritu vivo.
El Genio-Genio aparece, por fin, como el nivel de tu consciencia en el que ya puedes contemplar las consciencias parciales de todos y cada uno de tus anteriores niveles, con una consciencia global, de conjunto, que las unifica a todas y en la cual, cada nivel es sólo una función de las muchas que componen el mecanismo sutil de funcionamiento de la Mente Cósmica.
Una obra genial es total, universal y cósmica; pura huella de Dios actuando desde una mano humana. Y una riesgosa aventura humana, que califica toda una encarnación, que convierte al artífice todo en su obra y a su vida en la esencia de la obra. Porque la mayor obra de Arte es la propia transformación del obrero en un artista inmortal, divino, no ante la galería, sino ante el Espíritu; y las obras externas sólo son el espejo-pretexto para su transformación interna.

El mito griego de Prometeo ilustra muy bien el arquetipo del Artista Divino, que se pone en riesgo absoluto, realizando el intento de llevar luz a los hombres a través de su obra, aunque tenga que robar el Fuego Vital del Cielo. Dios es la Creatividad Misma y nosotros sus hijos jugando: este mundo no es sino una escuela de artistas cósmicos, donde entrenamos sobre la más limitada de las energías (la materia), el dominio de nuestro poder innato de Logos creadores y sustentadores de mundos, que es nuestro destino de Espíritus Multidimensionales Adultos, de Humanos realizados totalmente.
En esas alturas de la Pirámide del Conocimiento, ya no hay diferencia alguna entre los que acceden a la iluminación por una u otra cara, una u otra vía. Cuando se llegó al tejado, las escaleras, los metódos que se usaron para subir, se abandonan y uno accede a la cima por su propio pié.
Sin embargo, algunas personas más puristas me decían que mi poema no tenía nada que ver; que los himnos se recibían como un "insight", completos, totales, acabados, en portugués brasileiro y con su música, sin posibilidades de corrección o perfeccionamiento posterior; y nunca a borbotones, a pedazos, como suele manifestarse el fenómeno de inspiración artística.
Tal vez tuvieran razón, pero a mí eso no me acababa de convencer. Las mejores obras de inspiración artística no aparecen a borbotones, sino que son puros insights, que fluyen en la entrenada maestría expresiva de su creador. Los pintores contemporáneos aprecian más un primer esbozo en estado puro que un trabajo perfeccionado a base de relamimientos y correcciones, lo que suele lastrar de materia pesada su espontaneidad. Mozart escribía de seguido la música que oía en su mente, dicen.
La mayor aspiración del Gran Arte en cualquier época reside en ver al hombre expresándose espontánea y creativamente desde su Yo Auténtico y Profundo, más allá de las fórmulas estereotipadas que le fueron impuestas en su aprendizaje social, y que se perpetúan por el uso del lenguaje, la lógica... y por el miedo a no ser aceptado si uno se sale de los postulados artísticos o científicos más comprendidos o de los que, simplemente, consiguieron ponerse de moda en cada período, aunque no los comprendan ni sus creadores.
Jamás ví que el Daime sacase del interior de una persona algo que no hubiese estado allí antes. Ningún espíritu que yo haya visto incorporarse sobre un medium mostraba un nivel cultural o de inteligencia superior al habitual en éste, si bien parecía agudizar y hacer más fluída la manifestación de sus propias potencias internas, como cuando, por efecto de una droga o del alcohol, el individuo logra expresarse directo desde su inconsciente, sin las limitaciones e inhibiciones de la racionalidad y sin bloqueos o timideces emocionales (lo cual era el objetivo principal de los artistas Surrealistas europeos de principios del siglo XX).
Fenómenos como comenzar a hablar o a escribir en lenguas extrañas o acerca de situaciones históricas o de datos culturales que no tienen nada que ver con la formación de uno, sólo se pueden explicar por el contacto telepático o resonancia en la Esencia con las egrégoras del Subconsciente Colectivo de la Humanidad que todos portamos holográmicamente en nuestras profundidades, allá donde la individualidad se diluye (el Registro Akáshico tan mentado por los esotéricos)..o como la egrégora o la memoria genética racial o familiar... o como remembranzas de vidas pasadas... si lo prefieres; aunque yo estoy bastante convencido, es una opinión, de que no es mi efímera personalidad la que recuerda antevidas, sino mi Identidad Colectiva Regente: el Ser Humanidad en mí.
Hace muchos años, fumé por primera vez un cigarrillo de marihuana, un porro, en las Islas Canarias. Me encontraba dibujando cuando comenzó el Tetrahidrocannabinol a hacerme efecto. De repente, ví claramente proyectado sobre el papel el dibujo que acababa de esbozar mi intuición creativa en la mente. Estaba tan claro como si fuese una diapositiva, desde mi frente proyectada; tanto, que no tuve más que pasarle el bolígrafo por encima y calcarla como se calca un dibujo con papel transparente. Excitado por el asombro, pasé toda la tarde dibujando de aquella forma, pero el fenómeno ya no se repitió jamás de una manera tan consciente por mucho que fumé marihuana, pues supongo que ya estaba incorporado y automatizado. Dejé de fumar para limpiar mis percepciones y un tiempo despues repetí, pero no volví a captar la proyección, aunque sí la fluidez que daba el estar creando tan espontáneamente como si uno calcara. Más tarde me di cuenta de que lo que se ganaba en fluencia se perdía en exactitud y perfección, que parecen actitudes mas propias del hemisferio izquierdo lógico, concreto y medidor que del derecho intuitivo, omniabarcante y lúdico.
Aquello me hizo pensar mucho sobre el proceso de creatividad artística y eso que llaman revelaciones o visiones. Continúo creyendo que no están muy claras las fronteras entre ambas.
En cuanto a dibujos, estoy acostumbrado a dejar que los contenidos de mi subconsciente tomen forma de manera casi automática en el papel con mi bolígrafo o rotulador y sólo cuando ya se puede adivinar una forma, la remato, definiéndola mejor con pocos trazos. Es una técnica que aprendí de los Surrealistas, pero que también emplea el Espiritismo en la preparación de mediums, al entrenarles en la Psicografía o escritura automática.
Dibujando de esta manera, comencé en Mapiá a recibir inspiraciones. Y eran todas como cartas de un Tarot... El Daime actuaba como estimulante de mi inspiración y un torrente de insights de imágenes simbólicas acudía a mi mente y producía fáciles y rápidos dibujos completos sobre mis telas, los cuales me asombraban por su seguridad de ejecución y profundidad de contenido metafórico-mítico. Era una fluidez muy superior a la que había tenido en mi gran mes de creatividad en la florida finca "Shavastia", en Goiania.

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